“Cuando la hipocresía es un rasgo del carácter, afecta también al pensamiento, porque consiste en la negación de todos los aspectos de la realidad que a uno le resultan desagradables, irracionales o repugnantes”. —Octavio Paz
"Hay que denunciar la hipocresía en la política estadounidense, y lo absurdo ha llegado a un punto en que es simplemente insufrible”. —Ana Navarro
Hace un par de semanas hablábamos sobre predicar una cosa. Un querido amigo me preguntó si consideraba que la conducta de quienes incurren en este tipo de acciones era hipócrita o incongruente. La hipocresía y la incongruencia son conceptos que, si bien están relacionados con la falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, la motivación o intención detrás de cada uno es lo que los hace diferentes.
Mientras que la incongruencia se refiere a una falta de coherencia entre palabras o acciones, no incluye necesariamente una intención de engañar. La hipocresía implica justamente esa intención. La falta de coherencia puede surgir de una falta de reflexión o información, o bien de un cambio de opinión. La hipocresía implica fingir o actuar de manera deliberada para dar una impresión falsa de moralidad, virtudes o valores. La hipocresía siempre contiene la intención de engañar o manipular.
Pongamos como ejemplo a alguien que critica el consumo de carne y se presenta como “activista”, pero en privado come productos de origen animal. Es hipócrita, porque oculta su verdadero comportamiento para mantener una imagen pública. El hipócrita suele actuar para obtener un beneficio social. En la hipocresía siempre encontramos un componente de intención y engaño; en la incongruencia este puede no existir.
Ana Navarro, comentarista política de origen nicaragüense, tiene razón en que hay que denunciar la hipocresía en la política, pero no solo en Estados Unidos. A nivel mundial ha llegado a un punto insufrible. En México tenemos varios ejemplos: durante su campaña para las elecciones de 2018, Andrés Manuel López Obrador prometió que los militares regresarían a los cuarteles. Una vez en el poder, no solo continuó con la participación activa de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, sino que también amplió significativamente su rol, otorgándoles múltiples atribuciones, dinero y poder. Ahí están las fotografías de tantos políticos que en un momento criticaron la militarización con Enrique Peña y la defendieron con AMLO. Hipocresía en su máxima expresión.
La hipocresía no es exclusiva de personas, sino que también se da con frecuencia en el mundo empresarial. Muchas empresas hablan de “responsabilidad social” o “sostenibilidad” en su publicidad y, en la práctica, hacen otra cosa. Una famosa marca de moda rápida ha sido criticada por su publicidad que pretende ser sostenible al utilizar materiales reciclados, pero lo cierto es que estos materiales no compensan los impactos ambientales del modelo de negocio de moda rápida. Otras empresas hablan de respeto a los derechos humanos, pero el trabajo infantil persiste en diversas industrias globales, frecuentemente vinculado a cadenas de suministro de grandes corporaciones.
La hipocresía, ya sea corporativa o política, representa una amenaza, ya que mina la confianza en las instituciones, agrava problemas sociales y perpetúa las desigualdades. Por lo mismo, hay que identificarlas y señalarlas.
¡Buen domingo a todos y gracias por leerme! Espero tu opinión dejando un comentario en el blog o en mi cuenta de X: @FernandaT
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